La nostalgia
Pieter Van der Meer de Walcheren

La nostalgia es un debatirse entre la luz y la sombra, entre la memoria y el olvido. El recuerdo llama: evoca un bien ausente, o una promesa aún no cumplida. Los sabe posibles, se aferra a su búsqueda, se entristece en la tardanza. El encuentro final ha sido entrevisto alguna vez: pero no llega. Ese espacio existencial agridulce, por momentos terrible, por momentos esperanzado y confortante, es especialmente propio del diálogo con Dios.

Acaso pocos pensadores hayan podido describir de un modo tan pleno este rasgo existencial del encuentro personal con Dios como este impresionante autor holandés, Pieter Van der Meer de Walcheren.

No sólo sus libros, ni ese amor por Cristina que como en un juego de espejos anticipa la llegada, ni los hijos que mueren, ni su reclusión conventual, sino toda su vida en cada uno de sus detalles es una permanente y sostenida inauguración de la nostalgia.

Dios es para él la búsqueda la demora que se vuelve a veces insoportable, las preguntas sin respuesta y la desmesurada inquietud que le suscitan las respuestas sin pregunta.

“…Conversábamos esta noche con Cristina de nuestros conocidos y amigos, y ella me dijo que le hacían la impresión de que en realidad no vivían…”

“…Los veo, moverse sin objeto…”

“¿…Qué sentido tiene nuestra existencia…?”

“…Ahora quiero sumergirme en las profundidades, ascender a las cimas, tengo ansias de Dios…”

“…La desgarradora nostalgia no sé de que hace sollozar a los hombres sobre la playa desierta de la eternidad, con los brazos extendidos hacia las estrellas, de las que muchas probablemente se han apagado ya hace siglos…”

“¿…Cómo podré romper mis cadenas?...no es posible que sólo haya nacido para desaparecer del todo…”

“…Buscamos como dos niños perdidos una salida a la oscura selva de este mundo…”

“…Ahora el pasado estaba roto por siempre, irremediablemente: así nuestra tristeza…”

“…En esos momentos, sabía que existía un mundo fuera del alcance de mi vista corporal, y tenía la sensación de encontrarme entre altos muros sin salida. Lejanos y confusos rumores llegaban hasta mi…algo similar ocurrió en la primera noche después de muerta mamá, pero en forma mucho más extraña, más enigmática, más misteriosa, y por momentos angustiosísimas…”

“…Nunca más entrará en mi cuarto nunca más inclinará hacia mi su rostro grave y sereno…Querría ir en su búsqueda por todos los mundos. Quiero encontrarla, pero ¿dónde?...”

“…De dónde viene esa nostalgia por las regiones inaccesibles. ¿De dónde viene la tortura de ese deseo…?”

El tema de la nostalgia va creciendo así, párrafo a párrafo, del mismo modo que crece en el ser personal que siente que la búsqueda de Dios viene rodeada de un hálito de inquietud y desvelo, de certidumbre y de vacilaciones, de esperanza y de desesperanza.

Se sumerge en el otro finito, bucea las profundidades de un encuentro decisivo y último, no consigue alcanzarlo. El otro, con quien se traza el diálogo, a la vez que anticipa la presencia de Dios, la retacea.

Lleno de una trémula poesía, volcando en cada palabra la congoja de la búsqueda, el libro Nostalgia de Dios del que hemos tomado los transcriptos párrafos, va desgranando con impresionante intensidad esa conflictiva dimensión del misterio, que hace de la nostalgia una de las apertura existenciales más profundas hacia el encuentro con el Tu absoluto.

N. de R: Además de su contenido doctrinal y poético esta obra constituye una de las piezas más notables de la reflexión existencial sobre el diálogo personal con Dios en el pensamiento católico contemporáneo. Pieter Van der Meer de Walcheren murió en Holanda en 1970. En Presencias y Experiencias, el escritor y editor argentino Carlos Lohle, relata la vida de este pensador holandés y su encuentro con él, en excelentes páginas.