Giuseppe Ungaretti
Uno de los más grandes poetas contemporáneos, nació de padres italianos
en Alejandría de Egipto, en 1888. Su poesía es un perpetuo intento por develar
el misterio que rodea a la existencia (“…el misterio existe y está en
nosotros…y con el misterio…el mundo terrestre considerado como una invención
continua del hombre…”) a través de las imágenes y de los símbolos que la
palabra ciñe (“…tornar visible y hacer arder sobre ella misma, en un relámpago,
toda la memoria humana…”).
Sus libros, La alegría
(1914-1919), Sentimiento del tiempo
(1919-1935), Poesías dispersas
(1915-1927), El dolor (1937-1946): en
algunas de cuyas páginas se trasunta la terrible experiencia de la muerte de su
pequeño hijo, La Tierra prometida
(1935-1953), Un grito y paisajes (1933-1953) y poemas posteriores (hasta 1960),
fueron luego recopilados por el propio Ungaretti en un libro final que llamó
Vida de un hombre (Vita d´un uomo). De esta recopilación, publicada por Arnaldo
Mondadori Editore (XI, ristampa, Milano, 1979) hemos tomado este bellísimo
poema: Los ríos (i fiumi), correspondiente al primero de sus libros, en el que
el poeta rememora al Isonzo, al Serchio, al Nilo y al Sena como cuatro momentos
de nostalgia intensamente suyos.
Los Ríos
Me aferro a
este árbol mutilado
abandonado en
este declive
que tiene la
languidez de un circo
antes o
después del espectáculo
y miro
el paisaje
quieto
de las nubes
sobre la luna.
esta mañana me
he distendido
en una urna de
agua
y como una
reliquia
he reposado.
El Isonzo
derivando
me pulía
como a una
piedra suya.
He arrojado
arriba
mis cuatro
huesos
y me he ido
como un
acróbata
sobre el agua.
Me he
arrodillado
junto a mis
ropas
sucias de
guerra
y como un
beduino
me he
inclinado a recibir
el sol.
Este es el
Isonzo
donde mejor
me he
reconocido
una dócil
fibra
del universo.
Mi suplicio
es cuando
no me creo
en armonía.
Pero aquellas
ocultas
manos
que me juntan
con el agua
me regalan
la rara
felicidad.
He repasado
las épocas
de mi vida
Estos son
mis ríos
Este es el
Serchio
al cual están
unidos
dos mil años
casi
de mi gente
campesina
y mi padre y
mi madre
Este es el
Nilo
que me ha
visto
nacer y crecer
y arder de
inconsciencia
en las
extensas llanuras.
Este es el
Sena
y en aquella
turbulencia suya
me he mezclado
y me he
conocido.
Estos son mis
ríos,
reunidos en el
Isonzo
Esta es mi
nostalgia
que en cada
uno
me
transparenta
ahora que es
de noche
que mi vida me
parece
una corola
de tinieblas.